Documentos.
Carta dirigida a la
Conferencia Episcopal contra el traslado de la fiesta del Corpus al domingo.
A su Eminencia Reverendísima: La Asociación de Vecinos “Juncia” de la localidad de Zahara de la Sierra (Cádiz), ante V. I. comparece y, como mejor proceda en derecho, respetuosamente expone:
- - Es tradición inveterada y pía de esta nobilísima villa venerar y honrar a la Eucaristía el día del Corpus Christi que se celebraba, de acuerdo con lo dispuesto en la bula Transiturus promulgada por el Papa Urbano IV en el año 1264, el jueves siguiente a la octava de Pentecostés.>
- - Las descripciones literarias de nuestro Corpus son abundantes y variadas. Por su precisión y sobriedad, le transcribimos la siguiente:
“Cuando, después de subir por callejas pinas y angostas, el viajero arriba a lo alto de la encaramada villa, se estremece ante el insólito paisaje que sus asombrados ojos contemplan. Los zahareños, con encomiable empeño y luego de ímprobos afanes, han recreado un maravilloso bosque repleto de verdor, fragancia, luz y color.>
El suelo de las calles está tupidamente alfombrado de fresca y glauca hierba. Las paredes aparecen profusamente tapadas por ramas de chopos entreveradas con flores, adelfas y plantas aromáticas. Los relucientes balcones son cubiertos con mantones valiosos y colchas bordadas y, estratégicamente desperdigados, pequeños altares de un exorno primoroso esperan a que la procesión, repitiendo las pautas de un rito secular que se remonta a los albores cristianos de la población, haga estación ante ellos en su recorrido anual por las plazas y calles principales del engalanado y concurrido pueblo.
Acabada la solemne misa concelebrada, el Santísimo Sacramento, arropado en una custodia centenaria, sale del templo parroquial de Santa Maria de la Meza, otrora sede arciprestal, bajo un suntuoso palio rojo y gualda y cuyos seis varales portan, dignos y cuidadosos, varones próceres de la villa. El cortejo lo abre un tintineante guión barroco de planta y lo contemplan los niños de la primera comunión, autoridades variopintas y una multitud de fervientes católicos que rezan y cantan embargados de emoción y de acendrada espiritualidad. Una banda musical alegra, con sus sones e himnos patrios, el aire perfumado de la soleada mañana zahareña. Lenta, majestuosa y acompañada de cánticos, plegarias, lluvia de pétalos y repicar jubiloso de campanas, la procesión sacramental del Cuerpo de Cristo termina su recorrido y retorna a su sacro recinto.
Cuando, al atardecer, el viajero se aleja de Zahara y del altivo castillo a cuyos pies se cobija, siente la grata e imborrable impresión de que ha asistido a un irrepetible acto litúrgico que todas las primaveras brota y se representa en un macro natural e histórico de inmarcesible belleza.”
- - Es tanta, pues, la antigüedad, la raigambre, la originalidad y el esplendor de la citada festividad religiosa y tan grande el fervoroso significado y el sincero entusiasmo que suscita entre los zahareños y entre los miles de forasteros que de otras localidades, cercanas y distantes en tan señalada jornada nos visitan, que el Estado declaró , con fecha de 24 de Abril de 1980, el Corpus Christi de Zahara como fiesta de interés turístico nacional, sin que otro Corpus andaluz goce de distinción tan eximia y señera.
- - En el año 1991, la fiesta del Corpus Christi feu trasladad al domingo en una deción, cuando menos desconcertante, de la Conferencia Episcopal española que no sólo supuso una brusca ruptura con la tradición secular de considerar el Corpus como festividad de carácter nacional, sino que, en el caso concreto de Zahara, donde la celebración se desarrolla a lo largo de dos jornadas festivas, el traslado restó afluencia y brillantez a los actos sagrados y profanos.
- - A nuestro modesto juicio la medida adoptada por la Conferencia Episcopal induce a pensar que extraños criterios laborales, de escaso contenido social, han prevalecido sobre aspectos puramente doctrinales y dogmáticos qué jamás debieron supeditarse a aquéllos.
- - Analizada desde una perspectiva puramente religiosa, la resolución impuesta por la Conferencia Episcopal no parece congruente con la ortodoxia católica porque es difícil de entender que se suprima la única fiesta específica y propia que se dedica a uno de los atributos esenciales de la figura central del cristianismo y que, no obstante, se mantengan como fiestas, para todo el territorio nacional, conmemoraciones marianas de menor entidad teológica, de parco arraigamiento popular y de tardías definiciones papales como verdades reveladas y con el inconveniente añadido de que una de ellas, por su ubicación en el calendario a mediados del mes de vacaciones por antonomasia, no reporte beneficios de descanso, lúdicos o de ocio a la inmensa mayoría de los trabajadores.
- - Por todo ello, la Asociación de Vecinos “Juncia” ruega a V. I. que plantee ante los órganos competentes de la Conferencia Episcopal la procedencia de restituir la fiesta del Corpus Christi a jueves, como la costumbre casi milenaria reclama y se merece, o que, en su defecto, se le otorgue a la Parroquia de Zahara la preceptiva dispensa eclesiástica para que, como ocurre en poblaciones de otras diócesis, pueda celebrar el jueves siguiente a la octava de pentecostés la Santa Misa del Corpus Christi y la posterior procesión sacramental que es el núcleo y el fundamento de tan excelsa festividad.
Zahara, 14 de Julio de 1997
Instancia redactada por Diego Galván Naranjo en nombre de la Asociación “Juncia”.