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Historia.

Fotografía donde observamos como el párroco, porta el Santísimo bajo el palío que es transportado por los fieles.

Juana Montes de Oca.

Zahara: Corpus Christi.

La celebración del Corpus Christi. adquiere en Zahara un esplendor inigualable que le da carácter de verdadera fiesta. Su origen es muy antiguo, se remonta a la época de su reconquista. El centro de la fiesta lo componen los actos litúrgicos y el desfile procesional de su magnífica custodia que data del siglo XV. Los suelos se tapizan de juncia, creándose en el ambiente un olor característico. Las fachadas de las casas se cubren con arbustos hasta el segundo piso. Hay quien necesita para su fachada cuarenta o cincuenta cargas de ramos. Sobre este tapiz vegetal caen los ricos paños que se conservan en las casas: colchas doradas, encajes, mantones, etc.

A las doce en punto de la mañana sale la procesión, que va precedida de una banda de música, le siguen niños de primera comunión, la custodia bajo palio: autoridades y público. El cortejo avanza a través de este túnel vegetal en que se ha constituido el pueblo. La custodia es diminuta, pero de gran belleza, el guión de planta va delante, con su cordero cincelado y sus campanillas, bajo el palio, el sacerdote con el cáliz en la mano centelleando al sol. Hay momentos, muchos durante el recorrido, en que han apartarse los ramajos para poder pasar.  A lo largo del itinerario se instalan pequeños altares, ante los que la custodia hace estación.

Tras la procesión estalla el día de fiesta, que tiene lugar en la caseta municipal, la plaza y la calle principal. Los forasteros recorren el pueblo, los bares se llenan de gente, se come , se bebe y se baila. Un conjunto musical anima el baile en la caseta, donde la gente joven se divierte hasta altas horas de la madrugada. La jornada festiva se alarga hasta el día siguiente con jornadas deportivas y bailes nocturnos.